Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen en la entrada de la cárcel.
El domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circuitos de colores que aparecen en la copa de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
-¿Son naranjas? ¿Qué frutos son?
La niña lo hace callar:
-Ssshhhh.
Y en secreto le explica:
-Bobo. ¿No ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.
*Eduardo Galeano (Montevideo, Uruguay, 1930) es uno de los más reconocidos escritores y pensadores de América Latina. Desde que en los años 60 publicó su hoy mundialmente famoso Las venas abiertas de América Latina (libro en el que devela la historia oculta de la explotación en nuestro continente), sus artículos y cuentos no han dejado de protagonizar las páginas de diarios y revistas latinoaméricanas. Autor de varios libros, todos traducidos en más de veinte idiomas, fue también fundador de la legendaria revista porteña Crisis en los años 70. Este texto fue tomado de Lecturas para estudiantes leer x leer Editorial Universitaria de Buenos Aires